El movimiento cypherpunk entendía la privacidad como un derecho fundamental que debían tener los ciudadanos, de revelar solamente la información que desean. Cabe resaltar que este movimiento era más filosófico que tecnológico. Creían que las personas debían tener el control absoluto sobre sus datos personales y su información privada, sin interferencia de terceros, incluyendo gobiernos y corporaciones. Ante la amenaza que suponía el control y la censura por parte de estos, en lo concerniente con el desarrollo de la información, tecnología y libertad de expresión, los cypherpunks, deciden comenzar una lucha en pos de la privacidad.
Aunque cyberpunks y cypherpunks suena similar, son movimientos distintos, aunque están relacionados: Aunque ambos comparten un interés común en tecnología y privacidad, son movimientos con enfoques diferentes. Los cyberpunks se centran en la exploración de las implicaciones sociales de la tecnología, mientras que los cypherpunks se centran en la defensa de la privacidad en el ámbito digital a través del uso de criptografía. Según un manifiesto publicado por Eric Hughes Los cypherpunks defienden la privacidad con criptografía, con firmas digitales, con dinero electrónico, en resumen; con sistemas electrónicos que cumplen su necesidad de privacidad. Los cyberpunks escriben código. Saben que alguien tiene que escribir software para defender la privacidad, y no tendremos privacidad, a no ser que todos luchemos por ella.
En 2008, se inicia la historia de Bitcoin cuando Satoshi Nakamoto publica por primera vez su manifiesto de la red Bitcoin y lo hace llegar hasta un grupo de defensores de la privacidad e informáticos especialistas en criptografía. Este grupo estaba formado por miembros del movimiento cypherpunk, algunos se mantuvieron en el anónimato, otros son ampliamente reconocidos. Un ejemplo sería Julian Assange quien además de periodista y activista cypherpunk, es fundador de WikiLeaks, una organización dedicada a la divulgación de información confidencial y filtraciones de interés público. A través de WikiLeaks, Assange ha desempeñado un papel clave en la promoción de la transparencia gubernamental y la defensa de la privacidad.
Otro ejemplo sería Jacob Appelbaum quien ha sido públicamente considerado un cypherpunk y destacado activista en pos de la privacidad y la seguridad en línea. Appelbaum es además un hacker, también desarrollador de software y defensor de los derechos humanos, conocido por su trabajo en proyectos como Tor y WikiLeaks.
Podríamos continuar explorando sobre los protagonistas de esta historia, pero volvamos a los años 80, cuando el movimiento y sus ideas estaban gestándose. Especialmente impulsados por el trabajo de David Chaum, digamos que fue pionero en cuanto a privacidad en las transacciones financieras. Es el inventor del dinero digital seguro, y sin saberlo contribuyó a las raices de la visión del movimiento cypherpunk que empezaría a rodar a finales de 1980.
Bitcoin podría considerarse como un producto cypherpunk, no solo por ser un proyecto inspirado por este movimiento, sino también por cumplir y encajar con sus ideales. Tal como se lee en el Manifiesto Cypherpunk: Un sistema anónimo permite a los individuos revelar su identidad cuando se desea y solo cuando se desea; esta es la esencia de la privacidad.
Con Bitcoin, Nakamoto plantea una implementación práctica de los ideales cypherpunk al proporcionar un sistema financiero descentralizado y resistente a la censura, impulsado por la criptografía y la privacidad en la era digital.
En resumen, la privacidad es necesaria para una sociedad que asiste de lleno a una era digital. Esta privacidad requiere el desarrollo e implementación de técnicas criptográficas. Los cypherpunks encriptamos porque buscamos privacidad.